4 señales de que puede confiar en la información sanitaria que lee en Internet 

4 señales de que puede confiar en la información sanitaria que lee en Internet 

El Internet está lleno de información útil sobre salud si sabe qué buscar.

Cuando le preocupa un síntoma o quiere saber más sobre un tema de salud, ¿a qué primer lugar acude? Si usted es como la mayoría de los estadounidenses, busca en Internet. Y seguro que obtendrá muchos resultados. Pero no todo lo que aparezca será información fiable. ¿Y cómo lo sabe?

Consulte siempre a su médico antes de seguir algún consejo médico que otros le hayan dado. Aquí tiene otras 4 formas de saber si puede fiarse de lo que lee en el Internet. 

1. Mire lo que viene después del punto. 

Asegúrese siempre de que la fuente es sólida. ¿Un consejo rápido? La dirección web. Entre los sitios fiables figuran los organismos gubernamentales, que terminan en .gov.

También en la lista:  

  • Organizaciones sanitarias nacionales.  
  • Organizaciones de defensa del paciente.  
  • Centros médicos.  

Sus URL suelen terminar en .org. Entre los buenos recursos del gobierno y las organizaciones sanitarias figuran: 

Eso no quiere decir que los sitios que terminan en .com no sean de fiar. Pero fíjese bien. Los artículos deben citar a expertos. También deben enlazar con investigaciones relacionadas. Algunas son revisadas por profesionales médicos. Otras están escritas por ellos. Ambos son señales de algo bueno. 

2. Estudie los estudios. 

¿Ha encontrado alguna investigación sobre la que quiera saber más? Eche un vistazo a la calidad de la investigación. Estas son algunas preguntas en las que podría pensar: 

  • ¿El estudio se realizó con seres humanos? Algunas investigaciones se realizan en animales. Eso puede significar que los resultados pueden no ser ciertos para usted. 
  • ¿Cuántas personas participaron en el estudio? Los resultados de los estudios más pequeños pueden no ser fiables.  
  •  ¿El estudio fue revisado por expertos? Esto no siempre es fácil de averiguar. Pero normalmente puede averiguarlo en el sitio web de la revista. 

3. Fíjese en la fecha.  

Cuanto más actualizada sea la información, mejor. Constantemente aparecen nuevas investigaciones y estudios. Por eso es importante saber cuándo se escribió la información.

Dicho esto, las investigaciones más antiguas no siempre están desfasadas. Pero si puede, compruébelo con otra fuente. O vea si hay estudios más recientes.

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4. Haga la prueba del olfato. 

¿Conoce el dicho de que si algo parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea? Eso vale para cualquier cosa que encuentre en el Internet. Tenga cuidado con los sitios web o las publicaciones en redes sociales que prometen resultados instantáneos.  

Por último, no se olvide de las mejores fuentes: los médicos y enfermeras que conoce y en los que confía. Pueden asegurarse de que reciba la mejor información posible. 

Fuentes

  1. “Understanding, Access and Use of Health Information in America.” AHIMA Foundation. October 2021. https://ahimafoundation.ahima.org/media/215h2p3w/ahima_newsworthyanalysis_10-11.pdf

  2. Alhusseini N, Banta JE, Oh J, et al. Understanding the Use of Electronic Means to Seek Personal Health Information Among Adults in the United States. Cureus. October 27, 2020; vol. 12, no. 10: p. e11190. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC7703714